Uno.
La miseria moral como enfermedad tiene sitiada la sociedad colombiana. La guerra es parte de ésta; otras aberraciones de la violencia y, la corrupción desbordada, se suman a las formas específicas de aquella miseria, constituyendo en el peor de los casos, un síndrome complejo y severo.
La situación se torna paisaje desolador, cuando no se avizora un liderazgo político coherente, con capacidad organizacional que en su praxis, de curso a una propuesta de transformación de relaciones y costumbres al tiempo que de restauración moral como lo planteara el tribuno liberal Jorge Eliecer Gaitán por los años cuarenta del siglo pasado. Contrariamente, las encuestas más recientes manifiestan respaldo abultado por perfiles partidistas signados por prácticas delincuenciales, mafiosas e incluso incursos en crímenes de lesa humanidad desde posiciones de mando en ejercicio de funciones públicas.
La atomización cuando no las coaliciones efímeras, cortoplacistas, algunas non sanctas, preñadas de egos, ocupan el lugar de los partidos fuertes como sucede en las democracias maduras, que por sí mismas son un indicador de la catadura de la nuestra.
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Dos.
Las recientes elecciones municipales para sub-directivas al interior de las ADES, confirma el grado en que la corrupción se ha aclimatado en el gremio y en el sector educativo público. Ya antes, la elecciones de directivas departamentales de esta misma organización sindical, había visibilizado la protuberancia cancerígena. Y de lo que ha venido pasando en CANAPRO, ni hablar; la metástasis de ésta ha agravado el mal en la ADES. Hoy no se sabe qué es lo que identifica a los grupos que antes eran organismos políticos que dirimían democráticamente el acceso a los órganos de poder en la ADES para institucionalizar una visión de lucha y empoderar unas banderas reivindicativas; hoy, por tanto, interesante sería indagar por qué será que votan las bases magisteriales que concurren a estos eventos eleccionarios (…)
Sea la ocasión para subrayar cómo en el concierto de la política cotidiana regional y nacional, la mayoría de los que fungen de líderes en ADES, en el espectro de esta realidad mayor, no aparecen por ningún lado, actuando vergonzosamente en el entramado de las relaciones clientelares de los partidos tradicionales en su diversas fracciones. Mientras tanto, al interior de la ADES posan de militantes estructurados de izquierda. Política y moralmente son sujetos escindidos.
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Tres.
En la última movilización programada por la FECODE en el marco del paro del 9 de septiembre del año que viene en bajada, un colega de un municipio de los más periféricos del departamento me contaba la siguiente anécdota que ilustra la colonización que del magisterio ha hecho la corrupción: Ocurre que un directivo cualquiera de la ADES, revisando los listados de asistencia de educadores procedentes de un determinado municipio a los actos de protesta financiados por el tesoro de ésta, le llamó la atención que una colega apareciera en todas las ocasiones durante un buen tiempo (…). Este dato lo llevó a llamar a un amigo en la escuela donde trabaja la colega en mención (¿?); pregunta por ésta, comparte el dato (descubierto) conocido con el amigo (interlocutor). Para sorpresa de ese directivo departamental de la ADES, recibe la siguiente información, confirmada por otras fuentes: La señora educadora que aparecía en todas las listas de viaticados por la ADES a la manifestaciones y mítines de protesta, jamás ha estado en éstas. Es más, ella para desplazarse a Sincelejo a una diligencia particular, es cosa rara. Cuando mucho una vez por años.
Mas, no se vayan de para atrás: Ocurre y sucede que otro directivo de la ADES, de ese mismo municipio donde hizo escuela como sub-directivo, artífice y controlador de esas listas, es el yerno de esa señora educadora. Lo más seguro es que ella ignore esto, es decir, esto sucede a sus espaldas (de ella). Una estratagema con la que ese directivo se lucra! Qué importa que para ello haya que incurrir en fraude… En cuántos de esas listas en el departamento, pasa cosa similar?. Pero otros cobran los viáticos. Y en cuántos municipios se repite esta misma treta? Por esta vía, el desangre del presupuesto de la Ades, nutre el bolsillos de unos activistas y preclaros dirigentes. La cifra en juego no es de poca monta. A cuánto ascenderá? Para estos activistas y dirigentes, la fase pre-paro y las movilizaciones departamentales del magisterio, se traduce para ellos en un RENTABLE NEGOCIO. Grotesco por demás.
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Cuatro
Lo público en la mayoría de las instituciones educativas en nuestra región y del país, está interferido por el cruce de intereses personales; pequeños y estrechos intereses. Lo que explica la inconstancia y debilidad de una agenda de interés público (…). Y hasta la academia propiamente, para no hablar del sólo movimiento económico que en la escuela se suscita, queda afectado por aquel.
Con un accionar de este calado, la inercia en las instituciones educativas públicas es eternidad sagrada. Estatus quo. Sumun de conservadurismo. Esto se extiende a ciertas Universidades; públicas quiero decir. Por contraste, se cuentan algunas entidades de este tipo, pero particulares, privadas, que sí están conectadas con la sociedad civil y los intereses del colectivo social a través del proyecto que encarnan y desarrollan.
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Ramiro del Cristo Medina Pérez
Santiago de Tolú, octubre 4 - 2013